Virus Rugoso del Tomate (ToBRFV): un patógeno emergente

El virus rugoso del tomate (Tomato Brown Rugose Fruit Virus; ToBRFV) es un Tobamovirus que fue descrito por primera vez en 2016 en Jordania. A partir de entonces, la presencia de este patógeno se ha confirmado en Israel, Alemania, Italia y el este de China. En 2018 fue identificado en Michoacán, México, y actualmente se encuentra restringido a un área de producción. Este patógeno es capaz de producir pérdidas de entre el 30 y el 100% en tomate y chile, por lo que evitar su dispersión debe ser una prioridad para el sector hortícola de México. En algunos países, como Estados Unidos, se ha logrado su completa erradicación.

Figura 1: Distribución del virus rugoso del tomate (ToBRFV) en 2019 (EPPO, 2019). Creado con mapchart.net

Síntomas

En tomate, las hojas muestran síntomas de clorosis, mosaico y patrones de moteado; así como una reducción del tamaño de las hojas. El fruto presenta manchas amarillentas o marrones y rugosidades (exocarpo arrugado). Los frutos también pueden parecer deformes y presentar una maduración irregular. En pimientos y chile, los síntomas incluyen deformaciones de las hojas, clorosis y patrones de mosaico. Los frutos se deforman, con manchas amarillas o marrones visibles o un rayado verde. Los síntomas pueden ser distintos dependiendo de cada variedad.

Estos síntomas son muy similares a los provocados por el virus del mosaico del pepino dulce (Pepino Mosaic Virus, PepMV), por lo que es necesario llevar a cabo pruebas serológicas (ELISA) y/o moleculares (PCR) para hacer un diagnóstico correcto.

Fotografías: plantas de tomate infectadas con el Virus rugos0 del tomate (ToBRFV). a, d Manchas oscuras y rugosidad en frutos; b, c manchas amarillas en frutos; e-g Patrón de mosaico en las hojas y deformación de las mismas; g necrosis en peciolos, pedicelo y cálices. Fuente: Dombrovsky & Smith, 2017. Licencia Creative Commons 3.0

Transmisión de la enfermedad

Los Tobamovirus son transmitidos de forma mecánica (herramientas de trabajo, personal de la explotación, rafia, implementos del tractor, cajas de cosecha, carritos de cosecha, entre otros), así como por semillas contaminadas. Las partículas virales pueden persistir por meses o incluso años en restos de cosecha, semillas y en el material contaminado. En el caso particular del virus rugoso del tomate, un estudio (Levitzky et al., 2019) reveló que los abejorros también transmiten el virus de forma mecánica cuando visitan una planta enferma y luego plantas sanas durante la polinización.

Figura 2: Modos de transmisión del virus rugoso del tomate (ToBRFV). 1 Introducción de material de propagación contaminado con partículas virales (semillas, plántula, injertos). 2 Transmisión mecánica por abejorros al momento de la polinización. 3 Transmisión mecánica por uso de herramientas de poda, carros cosechadores, cajas, rafia de tutoreo, otros. 4 Transmisión mecánica por el personal del invernadero o visitantes.

Manejo

El virus rugoso del tomate (ToBRFV) ha “roto” la resistencia de las variedades de tomate y pimiento con los genes Tm-1, Tm-2 y Tm-2², los cuales conferían resistencia a distintos virus como el virus del mosaico del tabaco (TMV). Actualmente no existen variedades resistentes al ToBRFV, y la única herramienta es la prevención a través de la implementación de medidas de bioseguridad.

Es esencial asegurar la calidad y la sanidad de las semillas, plántulas e injertos. Para ello recomendamos:

• Utilizar semilla certificada. El certificado fitosanitario debe decir explícitamente que el producto está libre de Tomato Brown Rugose Fruit Virus (ToBRFV).
• Trabajar con viveros de plántula que garanticen la sanidad de sus productos.

En campo e invernadero, las medidas de bioseguridad deben implementarse de manera estricta para evitar la introducción y propagación del virus:

• Eliminar las plantas que presenten síntomas. Para ello, debe arrancarse la planta completa y plantas aledañas (recordemos que la transmisión del virus es mecánica y las plantas vecinas pueden estar infectadas aun cuando estén asintomáticas) y meterlas dentro de una bolsa de plástico para evitar todo contacto con otras plantas. A continuación, se debe sacar la bolsa de la explotación e incinerarla.
• Desinfectar tijeras de poda, zapatos, cajas de cosecha y otras herramientas que estén contacto con el cultivo después de cada uso. 
• Asegurar instalaciones que permitan el lavado de manos de todo el personal antes de entrar y después de salir del invernadero o de la parcela.
• Restringir el acceso a personal ajeno a la explotación.
• Eliminar los restos de poda en invernadero y en campo.
• Evitar la reutilización de rafia para tutoreo en cada ciclo.

Como consideración final, si encuentras plantas sospechosas, te recomendamos que contactes al Comité de Sanidad Vegetal de tu estado para verificar la presencia de ToBRFV con una prueba de diagnóstico como ELISA o PCR. Juntos podemos evitar la dispersión de este patógeno.

Referencias:

Camacho-Beltrán, E., Pérez-Villarreal, A., Leyva-López, N. E., Rodríguez-Negrete, E. A., Ceniceros-Ojeda, E. A., & Méndez-Lozano, J. (2019). Occurrence of Tomato brown rugose fruit virus Infecting Tomato Crops in Mexico. Plant Disease, 103(6), 1440-1440.

Dombrovsky, A., & Smith, E. (2017). Seed transmission of Tobamoviruses: Aspects of global disease distribution. Advances in Seed Biology, 233.

European Plant Protection Organization. (2019). Distribution of Tomato brown rugose fruit virus (ToBRFV). Consultado el 19/11/2019 en: https://gd.eppo.int/taxon/TOBRFV/distribution

Levitzky, N., Smith, E., Lachman, O., Luria, N., Mizrahi, Y., Bakelman, H., Sela, N., Laskar, O., Milrot, O. & Dombrovsky, A. (2019). The bumblebee Bombus terrestris carries a primary inoculum of Tomato brown rugose fruit virus contributing to disease spread in tomatoes. PloS one, 14(1), e0210871.

SENASICA. 2018. Consideraciones Regulatorias en Torno al Virus Rugoso del Tomate. Dirección General de Sanidad Vegetal. México.